En el transporte internacional de mercancías, las aduanas son una realidad que hay que tener en cuenta. En el artículo, se va a indicar cuál es la función de las mismas en el actual ordenamiento comercial.
Funciones de las aduanas
Las aduanas tienen su origen en los derechos de portazgo medievales, en virtud de los cuales había que pagar una cantidad para mover mercancías por determinados lugares. Con la construcción del Estado Liberal, estas funciones fueron cambiando y, en la actualidad, una aduana no cumple únicamente una función fiscal, sino también de seguridad y salud pública.
Si en los inicios las aduanas eran terrestres, hoy también se encuentran en los principales puertos comerciales y aeropuertos, de forma paralela a los cambios en el transporte de mercancías. Las empresas de transporte internacional están habituadas a realizar estos trámites.
Fiscalidad
Aún hoy, la principal función de las aduanas consiste en el control de las mercancías que entran a un país para asegurar el cobro de las correspondientes tasas e impuestos. Si bien es cierto que en la Unión Europea estas se han eliminado entre países miembros, también lo es que, en las fronteras exteriores, los gobiernos las mantienen para proteger la producción nacional imponiendo aranceles.
Seguridad
En una aduana no solo se controla lo que hay que pagar, sino también la licitud de la mercancía para prevenir el contrabando o el narcotráfico. Por este motivo, las empresas de transporte internacional tienen que asegurarse que trabajan con gente de confianza que responda ante cualquier eventualidad.
Si bien la tendencia en el comercio internacional es la de reducir aranceles, según lo acordado por la Organización Mundial del Comercio (OMC), todo parece indicar que las aduanas no van a desaparecer. Para que el transporte internacional de mercancías funcione, las empresas están especializadas en trámites aduaneros, teniendo la categoría de agentes.