Un transporte de alimentos, meticulosamente planificado, coordinado y ejecutado, asegura la entrega eficiente de productos a granel, envasados, frescos y congelados. Esto permite a las empresas cumplir con los tiempos de entrega y mantener los más altos estándares de bioseguridad y control de calidad.
¿Qué es el transporte de alimentos?
Es el proceso de trasladar productos alimenticios desde la fábrica o almacén hasta los centros de distribución o puntos de venta, a nivel nacional o internacional, mediante vehículos o equipos especializados que garanticen la calidad, seguridad e higiene de la mercancía, como camiones comerciales, remolques refrigerados, contenedores con temperatura controlada, etc.
Claves para transportar alimentos de manera segura
Sea por tierra, mar o aire, este transporte abarca también la planificación y la coordinación de la logística alimentaria para asegurar que la entrega de productos se realice en el tiempo pautado y en óptimas condiciones. Veamos algunas claves.
1. Selección del transporte adecuado
Escoger el transporte correcto implica evaluar las características de los alimentos, especialmente su naturaleza perecedera. Además, es necesario tomar en cuenta el coste y la distancia a recorrer.
- El transporte aéreo es empleado para trasladar, de un continente a otro, alimentos con una vida útil muy limitada. Por ejemplo espárragos o algunas frutas.
- El transporte por carretera es mayormente utilizado a nivel nacional y dentro del mismo continente.
- Vehículo reefer. Este tipo de camión de transporte de alimentos está equipado con un sistema que permite controlar la temperatura en el traslado de lácteos, carnes, productos agrícolas y otros productos fríos y perecederos. Otro factor a considerar es la estacionalidad. En invierno o verano es usual que se empleen con mayor frecuencia camiones frigoríficos o caloríficos, para compensar la temperatura extrema del clima.
- Remolque seco, completamente aislado de la cabina y sin control de temperatura. Es un tipo de camión de transporte de alimentos secos o no perecederos, como granos, cereales, pastas, enlatados, etc.
- El transporte marítimo tiene la capacidad de trasladar mayor volumen de productos a un menor coste. Se emplean buques frigoríficos con múltiples bodegas y porta-contenedores para el transporte de alimentos, que permiten mantener la carga refrigerada
2. Contenedores isotérmicos
Los contenedores isotérmicos son cajas herméticas de materiales aislantes, que evitan el paso del calor externo. Son ideales para transportar alimentos congelados o frescos. Se presentan en una amplia gama de tamaños, son reutilizables e higiénicos. Generalmente, cuentan con celdas internas que previenen la contaminación cruzada.
Estos tipos de contenedores para el transporte de alimentos facilitan el transporte mixto de alimentos, permitiendo transportar dentro de un mismo vehículo no refrigerado múltiples alimentos a diferentes temperaturas.
3. Caducidad de los alimentos
Al elegir el transporte más adecuado se debe considerar la perecibilidad de los alimentos, para trasladarlos lo más rápido posible. Mientras más tiempo dure el viaje, mayor probabilidad existe de que los alimentos caduquen.
Además, es importante contar con procedimientos en casos de emergencia, para evitar que los alimentos se degraden. Por ejemplo, definir vías de desvío a un destino cercano, en caso de obstrucción en las carreteras.
4. Normativas y regulación
El transporte de alimentos está regulado tanto por disposiciones comunitarias como por leyes nacionales, que deben atenderse obligatoriamente para garantizar la calidad de los productos. Por ejemplo:
- Las operaciones del transporte de alimentos perecederos se regulan por el Real Decreto 1202/2005.
- Los vehículos con control de temperatura deben cumplir con las especificaciones técnicas que establece el Real Decreto 237/2000.
- Las normas para los alimentos de origen animal se establecen en el Reglamento CE N° 853/2004.
5. Higiene y limpieza
Mantener los vehículos y equipos limpios incluye lavar y desinfectar las superficies internas, como paredes y suelos de cajas de camiones y contenedores para el transporte de alimentos, así como asegurar que estén libres de roedores y plagas.
La higiene en el transporte de alimentos también implica inspeccionar los vehículos para detectar signos de contaminación y verificar el correcto funcionamiento de los sistemas de refrigeración.
Pasos para el transporte de alimentos
Los transportistas de este sector deben planificar las operaciones desde el almacén hasta la distribución de los productos alimenticios, pasando por cada una de las siguientes fases:
1. Embalaje
El proceso del transporte comienza con las operaciones de embalaje, dependiendo de la naturaleza de los alimentos:
- Embalaje secundario. Consiste en la agrupación de varias unidades de empaques principales (el que mantiene contacto directo con el producto), en cajas de cartón, contenedores isotérmicos reutilizables o paquetes de film retráctil.
- Embalaje terciario. Se emplean sistemas de unificación de la mercancía, como los palets estabilizados mediante film extensible.
En el transporte a granel se pueden emplear otros sistemas. Por ejemplo, al exportar aceite de oliva y vino se emplean flexitanques, camiones cisternas, bidones asépticos, etc. En el traslado de productos sensibles a la humedad, como el café, se pueden emplear sacos que permitan la circulación del aire.
2. Documentación
En este sector, el transportista debe poseer un certificado de transporte de alimentos que acredite su inscripción en el Registro General Sanitario de Empresas Alimentarias y Alimentos (RGSEAA).
Si el camión traslada mercancía perecedera, debe portarse el siguiente certificado de transporte de alimentos ATP:
- ATP tipo FRCX, la acreditación para trasladar alimentos congelados.
- ATP tipo FNAX – FRAX. El certificado de transporte de los alimentos frescos que requieren refrigeración.
- ATP tipo IR – IN. El certificado de transporte de los alimentos perecederos que no necesitan refrigeración.
En el transporte internacional de alimentos, el operador debe contar también con:
- La carta de porte por carretera CRM, o el conocimiento de embarque marítimo (Bill of Lading BL) o la carta de porte aéreo (Air Way Bill AWB), según la modalidad de transporte.
- Certificados específicos, según el tipo de alimento. Por ejemplo, certificados de inspección veterinaria, si los productos son de origen animal.
3. Recorrido
El recorrido de cada camión de transporte de alimentos debe planificarse, con el objetivo de minimizar el tiempo de viaje y garantizar la frescura de cada producto. La ruta más corta no es siempre la mejor opción. Es necesario considerar el tipo de producto alimenticio, las condiciones climáticas, la infraestructura vial y las regulaciones de transporte locales o internacionales.
- Se emplean sistemas de gestión de transporte inteligentes, que calculan las rutas más eficientes mediante la evaluación de gran cantidad de datos, como el tráfico, históricos del clima y los tiempos de entrega acordados.
4. Carga
Para comenzar la carga de alimentos es primordial verificar que los containers o trailers estén debidamente higienizados y desinfectados. Después, la carga debe organizarse mediante metodologías logísticas efectivas que garanticen la integridad de los productos. Por ejemplo:
- Colocar los productos más pesados en la base, mientras que los más frágiles deberán acomodarse en la parte superior, para evitar su comprensión o aplastamiento.
- Estibar correctamente las cajas, palets o contenedores para el transporte de alimentos, mediante correas, redes, bolsas hinchables, etc. Así se previenen los daños físicos a la mercancía, especialmente en las frenadas y giros del vehículo.
5. Entrega
En la fase de entrega los alimentos deben descargarse de manera rápida y eficiente. Para esto, es vital:
- Coordinar la entrega con el destinatario, verificando cada uno de los detalles que se requieren para la recepción adecuada del producto.
- Capacitar a los operadores para descargar adecuadamente cada tipo de producto, utilizando los equipos correctos, como plataformas elevadoras y cintas transportadoras extensibles.
6. Seguimiento
En el transporte de alimentos eficiente se implementa el seguimiento en tiempo real de la flota, mediante tecnología avanzada de geolocalización. Esto permite conocer en todo momento la ubicación exacta de los vehículos y, en caso de incidencias en la vía, facilita la reconfiguración de rutas, para asegurar la entrega a tiempo de la mercancía
- Este seguimiento se realiza mediante sistemas de navegación GPS, que mantienen conectados cada vehículo con la central del transportista. Además, un camión de transporte de alimentos refrigerados puede equiparse con sensores que monitorizan continuamente la humedad y la temperatura en la caja.
Retos para el transporte de alimentos
Los principales desafíos a los que están expuestas las operaciones de transporte de alimentos son los siguientes:
A) Contaminación
Llevar a cabo un embalaje o higiene en el camión o en los contenedores para el transporte de alimentos puede generar contaminación de los productos con microorganismos patógenos, alérgenos o productos químicos.
B) Daños físicos
Un embalaje inadecuado o deficiente, la incorrecta manipulación de las cajas o palets durante la carga o descarga y los movimientos bruscos del vehículo durante el transporte, pueden ocasionar alimentos dañados, aplastados o magullados.
C) Deterioro o caducidad
Un fallo en la cadena de frío o la falta de higienización acelera la caducidad de los alimentos, afectando a la calidad, el sabor y la seguridad de cada producto.
Ventajas de un buen transporte de alimentos
El traslado óptimo de productos alimenticios es importante paras las empresas por las siguientes razones:
1. Mejora experiencia de usuario
El transporte de alimentos eficaz garantiza que los productos lleguen frescos y en perfectas condiciones a los puntos de venta. Esto garantiza que el consumidor final pueda adquirir los alimentos de calidad que desea y cuando los desea.
2. Entrega segura y eficaz
Las buenas prácticas de embalaje y transporte de alimentos garantizan que los productos no sufran daños ni contaminación durante su traslado. Esto permite proteger la salud del consumidor final además de cumplir con los estándares regulatorios legales.
3. Ahorro de tiempo
El uso de sistemas de gestión de transporte y otras tecnologías avanzadas permite contar con rutas óptimas y procesos eficientes que aseguren que los alimentos lleguen seguros y a tiempo a su destino.
4. Reducción de costes
Un transporte de alimentos bien gestionado minimiza las pérdidas por contaminación y daños de los productos, lo que contribuye directamente a la reducción de costes operativos. Además, la planificación de rutas disminuye los gastos de mantenimiento y combustible.
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