Uno de los pasos más importantes en la comercialización de productos es su distribución nacional e internacional. Por este motivo es fundamental conocer la oferta disponible que nos muestre los servicios logísticos que se ofrecen para que el producto viaje en las mejores condiciones.
Cuando los destinos de los productos son internacionales, como en el caso del transporte terrestre con Francia o países aledaños, se han de emplear camiones cuya capacidad de carga soporte ampliamente la mercancía que trasladan, para garantizar que esta llegue en perfecto estado y con la mayor seguridad.
Existen diferentes camiones. Los hay con capacidad de 16 toneladas, que distribuyen el peso en dos ejes, hasta camiones de 52 toneladas, organizados en torno a seis ejes. También existen vehículos con una amplia variedad de pesos (18, 26, 32, 44, etc.), equipados con o sin remolque, en función de las necesidades de los clientes.
Se debe de conocer los distintos pesos brutos de los vehículos, correspondiente al peso máximo legal establecido. Aquí se incluye el del propio camión vacío, el combustible, la carga, el conductor y los pasajeros. La normativa se ha de seguir escrupulosamente, sobre todo en el transporte terrestre con Suiza y Europa en general, pues se corre el riesgo de ser sancionado.
Los camiones pesados cuentan con distintos componentes para establecer el peso del camión: el bastidor, los frenos, los ejes, las ruedas y los neumáticos. Otro factor que se debe tener en cuenta es el peso bruto del eje, que debe ser igual a la pieza de menor potencia.
La totalidad del peso del camión necesariamente influye en la seguridad, especialmente en desplazamientos largos como el transporte terrestre hasta Marruecos, donde se deben extremar las medidas de precaución. Todos estos factores son imprescindibles para decantarse por la mejor opción logística que salvaguarde el transporte.