Los palets como elemento de transporte llevan una gran cantidad de años en el mercado. Este mecanismo cuenta con una relativa estandarización internacional adecuando su tamaño a contenedores de mercancías y otros sistemas de transporte. Cargar la mercancía en palets permite una manipulación más sencilla, un mayor control y más eficiencia en la logística.
Manipulación
El transporte de mercancía paletizada es un estándar mundial de la logística. Esto se debe, principalmente, a su capacidad de manipulación. Un palet correctamente cargado, es decir, carga uniforme y asegurado, implica facilidad de movimiento. Este proceso reduce los tiempos en la carga, descarga y almacenaje. Se trata, sin duda, de la principal razón de su internacionalización.
Al elevar la mercancía sobre el suelo, evitan que se ensucie o se vea alterada por cualquier tipo de sustancia. Resulta especialmente útil para protegerla en zonas que pueden sufrir algún tipo de inundación leve.
Con este sistema, las mercancías viajan seguras y son menos susceptibles de sufrir accidentes. Se consigue una mayor seguridad durante el almacenaje como en el transporte. Para ello, es necesario emplear un tipo de palet adecuado para ellas. Además, de las medidas estándar aceptadas por los diferentes transportistas y medios.
Tipos de palets
Control de la mercancía
En el mercado se pueden encontrar una gran variedad de palets. Con base en su material, existen de cartón, metal o madera. Son, estos últimos, los de uso más extendido. Además, cuentan con dos tipos de medida estándar: la europea y la americana. Para saber qué opción es la más conveniente, lo mejor es consultar a una empresa de transporte paletizado. Esta decisión se tomará en base a la mercancía a transportar, el destino y el medio de transporte empleado.
Además, los palets cuenta con la capacidad de poder reutilizarse. Al tratarse de una estructura de gran resistencia, apenas sufren desperfectos por lo que no requieren de costes de mantenimiento.
El envío de palets permite un mayor control de la mercancía a diferentes niveles. Por un lado, se establecen medidas estándar, por lo que la empresa sabe en todo momento la cantidad de producto que hay en cada palet. Es decir, uno de ellos siempre cuenta con la misma carga. Además, almacenar la mercancía de esta manera ayuda a lograr un control y recuento más rápido del almacén.
Por otro lado, trabajar con este tipo de embalaje es más sencillo para los operarios. Permite un mayor control que reduce los riesgos de pérdida o desperfectos. Todo ello aporta a la empresa más seguridad sobre sus productos, logrando una mayor eficiencia en el transporte.
Los palets pueden introducirse en diferentes medios de transporte de manera rápida y sencilla, lo que permite su desplazamiento por tierra, mar o aire.
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