A la hora de establecer la estrategia logística en el comercio marítimo, el Incoterm CFR juega un papel fundamental para las empresas. Por ello, en este artículo se analizarán los principales beneficios y desventajas que puede llegar a tener para todas las compañías.
Principales motivos para incorporar el Incoterm CFR
Cualquier empresa de transporte marítimo internacional debe conocer al detalle todos los requisitos que rige el CFR. Su inclusión conlleva ventajas y desventajas que deben analizarse con el fin de saber cuál es la mejor decisión para el negocio. Incorporarlo permitirá al vendedor elegir el tipo de licencia de exportación, así como el puerto de destino en el que se entregará la mercancía al comprador.
Esto da una mayor flexibilidad logística a la empresa que realizará la exportación pudiendo planificar la cadena de suministro de acuerdo a sus necesidades. Todos los documentos, permisos e impuestos que deben presentarse ante las autoridades aduaneras también correrán a cargo del exportador. Adicionalmente, será posible elegir el tipo de buque que llevará la mercancía hasta el lugar de destino, así como obligatorio ocuparse del flete y todos los trámites administrativos habituales de una operación de este tipo.
Los retrasos que pueden ocurrir con este medio de transporte son otro aspecto a valorar. El mal tiempo o la falta de disponibilidad para descargar en el muelle son claves que varían cada uno de los pedidos que se lleven a cabo. Esto también es otra de las responsabilidades del vendedor que hay que tomar en consideración a la hora de calcular el precio del envío.
Por qué hay que ir con cuidado con el CFR
Sin embargo, a la hora de llevar a cabo una cotización de transporte marítimo también hay que tener en cuenta todos estos aspectos de riesgo para la empresa. Los riesgos de pérdida o daño de la mercancía corren a cargo del vendedor hasta que esta llega al puerto de destino.
Las obligaciones del comprador con los productos no empiezan hasta que recibe su pedido, lo que facilita mucho su posición. No obstante, sus trámites obligatorios no varían y deberá pagar una licencia de importación. Por otro lado, no debe pasar por alto que también correrán de su cuenta los costes de transporte desde el puerto hasta su destino final. Con todas las cartas encima de la mesa se podrá determinar cuál es la mejor opción para cada uno de los actores.
Como conclusión, a la hora de llevar a cabo cualquier tipo de operación de comercio marítimo vale la pena analizar las repercusiones de incorporar un Incoterm CFR, u optar por otra metodología. En este sentido, el asesoramiento con expertos puede ayudar a mejorar la eficiencia logística del negocio y ahorrar costes.
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