A diferencia del transporte marítimo, el transporte de mercancías por carretera se ve afectado por la legislación sobre pesos y medidas de cada país, así como por los organismos supranacionales del transporte internacional. En el caso de Estados Unidos, la red de carreteras interestatales es un sistema de autopistas gratuitas y administradas por el Gobierno Federal que forman parte de otro sistema mayor denominado Sistema Viario Nacional. Con una longitud de 75.376 km, vertebra todo su sistema de transportes y se considera esencial para la defensa, movilidad y economía del país. Son, por tanto, vías imprescindibles en el transporte diario tanto para la mercancía como para los pasajeros.
Estas carreteras son ventajosas para el transporte de contenedores debido a su doble función, por un lado están diseñadas para soportar el tráfico de automóviles y vehículos pesados y, como dato curioso, también para el movimiento de tropas, por lo que son muy amplias al pasar por áreas metropolitanas, lo que ha dado lugar a una expansión del transporte suburbano por carretera que permite la mayor distribución de bienes y servicios por estas autovías.
Por su parte, la red de autovías y autopistas de España, las primeras libres y las segundas de peaje, cuenta con más de 16.583 km de longitud, lo que la sitúa en tercer lugar, por detrás de EEUU y de China. Se permite una circulación máxima de 120 km por hora. Son vías que carecen de semáforos e intersecciones y cuentan con más de un carril para cada sentido de la marcha. Existen tres tipos, interurbanas o de gran capacidad, autonómicas (que suelen tener grandes flujos de transporte terrestre de la propia Comunidad) y, en último lugar, de entorno urbano (tanto de acceso a las ciudades como circunvalaciones que rodean estas sin llegar a entrar).
Dos formas distintas de transporte por carretera que permiten el desarrollo económico y social de un país.