Cuando se organiza una ruta de transporte internacional de mercancías, la planificación eficaz por parte de las empresas de logística es lo más importante. Esta labor comienza en los almacenes de las agencias de transporte con la organización del proceso, atendiendo a los objetivos de venta. Existe, además, presión por realizar el mejor servicio a costes ajustados para extraer beneficios. Entre los principales factores que influyen en las entregas del transporte mundial, destacan los propios vehículos, clientes, productos, mano de obra, entorno o empresa.
Reglas básicas de logística en el transporte internacional
– Información detallada del personal. Esto significa conocer qué personal está libre para cubrir esa jornada, los horarios, los permisos de los empleados, si existe alguna limitación en los convenios de trabajo…
– Datos sobre el vehículo. Saber si hay flota propia, mixta o subcontrata; la capacidad de carga de los camiones; o el mantenimiento que requieren. También importan las características del camión para establecer los trayectos.
– Valorar las rutas. Hay que conocer cómo son las carreteras y si existen accesos y restricciones del tráfico por obras o condiciones climáticas. Para ello, es preciso tener en cuenta aspectos del camión, como su peso, volumen o tipología. También hay que conocer el límite de entregas diarias, los kilómetros recorridos, la capacidad de la carga, el tiempo y número de descargas o la cantidad de productos entregados en cada ruta.
– Datos de los clientes. Es necesario actualizar diariamente la base de datos de los clientes y conocer todo acerca de ellos: los puntos de entrega de la mercancía, la distancia, el recorrido, los horarios acordados y las opciones de devolución de la mercancía.
En definitiva, al programar la carga, conviene tener claro que el objetivo principal es asegurar que la mercancía llegue en perfecto estado y a tiempo a su destinatario. Para ello, toda la información posible será vital para cumplir con este objetivo.