La labor de un operador logístico no siempre es conocida. Por ello, se concretan los aspectos relacionados con su actividad profesional y también cuál es su función en cada procedimiento.
¿Qué es un operador logístico?
Es una empresa que se dedica a gestionar los procesos relativos de la cadena de suministro de quien contrata sus servicios. Para llevar a cabo su labor, necesita o contar con una infraestructura o subcontratarla.
En ocasiones, hay empresas que externalizan todo lo relacionado con su logística para no perder tanto tiempo.
Los tipos de operadores logísticos
Son cinco los diferentes agentes logísticos y cada uno tiene una especialidad que facilita su relación con la empresa a quien presta su servicio:
- First Party Logistics o 1PL. Es un operador primario. Solo se encarga de transportar y distribuir la mercancía correspondiente.
- Second Party Logistics o 2PL. Almacenan la mercancía durante más tiempo y la transportan.
- Third Party Logistics o 3PL. A las características de un operador 2PL se añade la gestión de la mercancía almacenada. Se controla la cantidad disponible de cada referencia y se preparan los pedidos. Además, se coordinan los envíos.
- Fourth Party Logistics o 4PL. A las opciones 3PL se incorporan otras complementarias como la supervisión de procesos.
- Fifth Party Logistics o 5PL. Las labores de los dos tipos anteriores se mejoran con el empleo de soluciones tecnológicas, como los macrodatos o la inteligencia artificial.
Las funciones de un operador logístico
Un agente logístico no debe encargarse exclusivamente de recoger y transportar una mercancía. Las tareas de un agente logístico son:
- Ayudar a la empresa que envía la mercancía a crear una estrategia más eficaz.
- Adaptarse a cada negocio y convertir la gestión de su stock en un proceso externo.
- Almacenar, preparar, empaquetar y embalar los pedidos antes de su transporte. El empaquetado puede ser personalizado y también el embalaje al ser el reflejo de las políticas de sostenibilidad de la empresa remitente.
- Seleccionar el medio de transporte más adecuado para cada tipo de mercancía. Dependiendo de sus dimensiones o fragilidad, deben exigirse soluciones a medida.
- Emitir una documentación que permita conocer la trazabilidad de cada producto. Esta información es de vital importancia para determinar cómo se puede mejorar el servicio. Asimismo, permite conocer los errores y cómo superarlos.
- La tramitación de la documentación pertinente en caso de exportación. Cada continente tiene unas normas concretas que debe conocer para evitar problemas burocráticos.
La externalización del servicio supone que sea el operador logístico quien se encargue de gestionar una de las partes más importantes de una empresa. Confiar en una compañía con experiencia es siempre recomendable y permite establecer una relación comercial eficaz. Todo sea por adaptarse a las nuevas tendencias y por ganar en celeridad en cada una de las entregas. Mención aparte merece la opción de contar con un espacio de almacenamiento complementario que facilite todo lo relacionado con los envíos comerciales.