Aunque conceptos como camión completo o carga completa se corresponden con la etapa más actual que está viviendo el transporte terrestre y marítimo en la sociedad moderna,lo cierto es que el transporte de mercancías internacional ha estado presente en la historia de la humanidad desde tiempos inmemoriales.
De hecho, para hablar de los orígenes del comercio internacional es necesario remontarse hasta finales de la época neolítica, cuando nació la agricultura y pasó a ser más que una actividad económica de subsistencia. El desarrollo de nuevas técnicas de cultivo hizo que se empezaran a generar excedentes, que se convirtieron en elemento de intercambio con bienes de otras sociedades, y que acabaron fomentando la aparición de nuevas formas de trabajo.
La evolución del comercio internacional vivió una de sus etapas de mayor esplendor en la Edad Media, cuando surgieron las rutas comerciales entre continentes, que cubrían especialmente las necesidades de bienes de los países europeos. Un buen ejemplo de esto es la famosa Ruta de la Seda. De todos modos, el intercambio de mercancías entre sociedades distintas se ha analizado desde sus inicios, e incluso filósofos clásicos aportaron en su momento su particular visión de lo que significaba para el desarrollo del mundo.
Así, Aristóteles y Platón empezaron a desarrollar el pensamiento económico de la época, creando el primero las bases de la teoría del valor económico. Ya en la Edad Media, la corriente escolástica formuló por primera vez la definición del concepto economía y del de valor de cambio basado en el coste de producción de un producto. Igualmente, destaca la corriente fisiócrata, como precursora de la economía moderna y el comercio internacional.
En conclusión, un repaso a los orígenes del comercio internacional permite conocer como esta actividad económica ha contribuido a satisfacer las necesidades de todo el mundo y a desarrollar buena parte de las economías de los cinco continentes.