El sector del transporte marítimo es uno de los que más se ve afectado por la crisis del coronavirus. Sin embargo, como pieza clave en la logística de mercancías a nivel global, no puede detenerse ni un instante. No en vano, se estima que es responsable de un 90 % del comercio internacional. Ante ello, la Cámara Marítima Internacional (ICS) ha decidido dar a sus miembros unas pautas mientras dure esta pandemia.
Las nuevas reglas en el transporte marítimo
Las empresas de transporte asociadas al ICS son en torno a un 80 % del total, es decir, la práctica totalidad del sector. De ahí la importancia de que todas ellas cumplan al pie de la letra las órdenes recibidas. De no ser así, provocarían una rápida expansión del virus por multitud de países e incluso entre distintos continentes.
La guía nace, por tanto, con el objetivo de evitar la propagación del COVID-19. Objetivo que aúna con el de mantener un alto nivel de operatividad, una ardua tarea que resulta imprescindible en este contexto. Para ello se mantienen abiertos todos los puertos habituales en los que, eso sí, se aplican escrupulosamente las medidas acordadas.
Una guía creada al auspicio de la Organización Mundial de la Salud
La guía en cuestión es un completo documento de 23 páginas. En su interior se explican los protocolos a seguir en todos los casos: desde las restricciones de entrada en embarque hasta la llegada a destino. Las pautas tienen el visto bueno de la Organización Mundial de la Salud, que apuesta por mantener la actividad tomando las medidas adecuadas.
Uno de los puntos más importantes del documento es el de la prevención antes de embarcar. Esta pasa por el control de temperatura, tratando de detectar posibles casos asintomáticos para dejarlos fuera del viaje.
Una vez a bordo, las recomendaciones son similares a las que rigen actualmente para prácticamente toda la población. Evitar tocarse la cara o los ojos o lavar frecuentemente las manos con jabón o geles hidroalcohólicos son las dos más importantes. Por supuesto, usar pañuelos desechables o mantener la distancia social también forman parte del grueso de normas.
La limpieza y desinfección de las superficies tienen también presencia en la guía. Pero conviene recordar que, ante el coronavirus, toda precaución es poca. Por ello existen diversos protocolos de actuación ante los casos en que algún tripulante presente síntomas de tener la enfermedad.
Los buques dotados de medios podrán realizar las pruebas pertinentes, aislando al paciente hasta que se tenga un resultado. Un aislamiento que continuará durante al menos catorce días en el supuesto de un positivo en el test.
También la gestión de residuos juega un papel importante. La guía explica detalladamente cómo ha de llevarse a cabo para evitar la contaminación de productos y superficies. Y es que, en altamar, cualquier riesgo se magnifica.
En definitiva, el transporte marítimo sigue su curso adoptando fuertes medidas de seguridad. El suministro de productos, especialmente los más sensibles como medicamentos y alimentos, está plenamente garantizado durante esta pandemia.
