En el transporte internacional de mercancías el mantenimiento de la cadena de frío es irrenunciable para preservar la calidad de las mismas, en especial en determinados productos perecederos.
En el artículo se explica cómo mantener el frío en una determinada mercancía con garantías desde que sale del punto de partida hasta que llega a su destino.
El frío en las mercancías
En primer lugar, hay que tener en cuenta que el reto es mantener el frío en una mercancía desde que se recoge hasta que se entrega. Esto significa que, previamente, ya ha de estar en las condiciones de temperatura óptimas. Es muy importante remarcar esto porque, erróneamente, hay quien piensa que las empresas de transporte de mercancías han de reducir la temperatura, y nada más lejos de la realidad.
Hay una normativa común internacional para los transportes refrigerados, que se puede aplicar en los viajes por carretera, rutas aéreas o transportes marítimos. Concretamente, el ATP establece el tipo de vehículo autorizado para realizar este transporte y las condiciones que se exigen.
Productos refrigerados
La refrigeración se aplica normalmente a productos de alimentación como las frutas, verduras, carnes y pescados. También hay que mantener refrigeradas las vacunas y medicamentos, que son productos especialmente sensibles. Las temperaturas oscilarán entre los 0º y los 8º en función del caso.
De todas formas, hay que destacar que existen protocolos internacionales como el CEIV Pharma para productos farmacéuticos.
Productos congelados
Los productos congelados suelen ser alimentación de todo tipo, tanto carnes como pescados y comida procesada. En este caso, se tiene que mantener una temperatura constante de entre -12º y -20º, pero las condiciones requeridas son similares a las de los refrigerados.
Conclusión
Las empresas especializadas en transporte internacional de mercancías siguen toda la normativa y los protocolos para garantizar que la temperatura se mantenga, ya sea en barco, camión, ferrocarril o avión.