Hablar chino en logística es un requisito cada vez más imprescindible, toda vez que el país asiático se ha convertido en el epicentro de las relaciones comerciales, a nivel mundial, desempeñando un papel crucial en este sector.
China en la logística mundial
China lleva 40 años transformándose internamente y en todos los aspectos. De hecho, en las últimas décadas, el país ha experimentado un rápido crecimiento económico, especialmente en el sector logístico. Solo en los últimos años esta industria ha crecido, aproximadamente, un 5 %.
El gobierno chino ha establecido objetivos muy claros para el futuro. Las inversiones masivas en infraestructuras y la implementación de la iniciativa “Belt and Road” (BRI) son claros ejemplos de ello. Este último pretende superar el problema logístico de “cuellos de botella” y liderar el mercado internacional, además de vender sus soluciones tecnológicas a terceros países.
La etiqueta “Hecho en China” está revalorizándose y aumentando su reputación, a nivel mundial, en términos de calidad y servicio. Según la Oficina Nacional de Estadísticas del país oriental, las exportaciones utilizando comercio electrónico aumentaron un 25 % en 2018, con una facturación de 7,9 billones de yuanes. Además, solo en ese año, un total de 6300 trenes viajaron entre China y Europa a través de la red Railway Express, lo que representa un aumento del 72 % con respecto a 2017.
Estas estadísticas expresan la gran ambición del país en el mercado logístico global. A través de la integración de sus cadenas de transporte, suministro y valor, así como la sincronización del flujo de productos, información y capital, China ha trazado un ambicioso plan. Así, pretende reducir los costes fijos y variables de exportación que sufren sus empresas, ofreciendo respuestas ágiles a los cambios en la cadena global de valor.
¿Conviene hablar chino para dedicarse a la logística internacional?
El manejo de idiomas siempre ha sido esencial en el comercio internacional, destacando aquellos cuyo país de origen sea industrialmente más fuerte. Hoy en día, China se ha convertido en una de las grandes potencias del mundo. Aprender mandarín es complicado, por lo que hay que saber los pros y los contras para decidir si merece la pena hacer el esfuerzo.
La principal ventaja que se va a obtener aprendiendo chino es que mejorará la relación con los socios orientales en su lengua materna. Esto demuestra respeto y, a veces, es primordial para cerrar acuerdos y establecer una relación sólida con clientes y proveedores de aquel país.
Entre los contras están la dificultad del lenguaje, los diferentes acentos que existen y que, al haber problemas de entendimiento entre las regiones chinas, muchos de los empresarios de aquel país prefieren entenderse en inglés.
En definitiva, hablar chino en logística es una forma de acercarse a socios y proveedores de una de las grandes potencias mundiales. China lidera este sector a nivel internacional y su poder en el mercado no hace sino crecer. La dificultad del mandarín y los diferentes dialectos pueden suponer una traba en el aprendizaje, pero siempre se verá con positividad el esfuerzo dedicado a comprender un idioma con tanto potencial.
