Elegir una empresa de transporte marítimo que se ajuste a las necesidades y particularidades de la empresa no es una tarea que deba dejarse al azar. Más de las tres cuartas partes del transporte internacional de mercancías se realiza por vía marítima. Para ello, lo más conveniente es que la propia empresa busque a un transitario de confianza que le efectúe el transporte.
¿Qué tener en cuenta para elegir una empresa transitaria?
El primer paso es analizar la necesidad particular de cada carga. Esto incluye los siguientes elementos:
- Tipo de mercancía que se va a exportar o importar.
- Volumen o peso de la carga para saber si serán necesarios contenedores completos o, por el contrario, será suficiente con un grupaje.
- Puertos de origen y de destino de la carga.
- Necesidad de servicios logísticos de recogida en la empresa o de entrega domiciliaria o en un punto concreto.
- Normativa aplicable para la exportación o la importación según el tipo de carga.
Selección de la empresa de transporte marítimo
Son muchas las empresas de transporte marítimo existentes. Sin embargo, es conveniente tener en cuenta algunos factores que contribuyen a garantizar el éxito del proceso y a promocionar el comercio legal a la hora de seleccionar una transitaria.
Es necesario comprobar previamente que la empresa elegida cumple los requisitos para ser transitaria. Esos requisitos son:
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- Tener la capacitación profesional expedida por la Administración.
- Disponer de un local dedicado exclusivamente a esta actividad.
- Contar con un capital abonado de 60 000 euros.
- Poseer nacionalidad española, europea o de otro país, siempre y cuando exista un tratado de reciprocidad con España.
- Ser persona física o jurídica.
Además, debe disponer de las correspondientes certificaciones que le habiliten para ejercer la actividad concreta que se necesite o para transportar cargas especiales, como son los productos químicos.
Otra comprobación de acreditaciones que se debe realizar es la de los agentes o corresponsales internacionales a los que haya debido recurrir la empresa transitaria en el punto de destino si no tiene presencia física propia.
Uno de los pilares en la relación con una transitaria debe ser la transparencia, especialmente al informar sobre los costes de las operaciones. Vinculada a esos costes figura la capacidad de la empresa para negociar fletes con las navieras y así obtener precios más ajustados y beneficiosos para los clientes.
Por otro lado, una transitaria consolidada ofrece servicios integrales al cliente y no circunscribirse exclusivamente al proceso del transporte marítimo de mercancías. Esos servicios asociados incluyen una serie de prestaciones tanto previas al embarque como posteriores a la descarga en destino. Algunas de esas prestaciones son:
- La capacidad para almacenar temporalmente la carga mediante las infraestructuras adecuadas.
- Disponer de una red de transporte por carretera o un convenio con una empresa que disponga de ella.
- Contar con un centro de desconsolidación para una mayor rentabilidad y flexibilidad de las expediciones internacionales.
En definitiva, una buena empresa transitaria ofrece a las empresas que desean exportar sus productos o importar un valioso asesoramiento basado en sus conocimientos y experiencia. Eso contribuye al éxito de la operación, al beneficio inmediato de la empresa contratante y a la prosperidad de todos a largo plazo.
