En el mundo del transporte y la logística, la organización del espacio y de la carga juega un papel fundamental. De hecho, puede suponer un ahorro de costes muy importante, lo que a su vez se traducirá en un mayor margen de ganancias para el negocio. En este sentido, las mercancías remontables son de gran interés. Pero ¿qué es una mercancía remontable? Esto es exactamente lo que se va a explicar a continuación.
Qué es una mercancía remontable
Una mercancía remontable es una mercancía que permite añadir sobre ella una carga adicional. Es decir, que puede soportar el peso de otro conjunto de productos debidamente embalados durante el transporte y el almacenaje. Esto brinda la posibilidad de aprovechar mejor el espacio vertical dentro del almacén, camión o contenedor, lo que supone un importante ahorro de costes y de emisiones.
Como es obvio, para que una mercancía sea remontable ha de cumplir con una serie de requisitos. En primer lugar, ha de tener una zona superior plana y uniforme para que así no exista riesgo de derrumbe. Además, ha de comprobarse que la carga tiene la suficiente resistencia como para soportar el peso necesario.
El responsable logístico debe asegurarse de que la mercancía no es frágil o especialmente delicada. También ha de revisar con detenimiento la forma en la que ha sido embalada. El cartón y el plástico de burbujas cobran una importancia capital a la hora de prevenir posibles daños.
Cómo aprovechar mejor los traslados con mercancías remontables
Hay que pensar que la remontabilidad de la carga afecta al coste del transporte de manera muy notable. Esto se debe, fundamentalmente, a que las cargas no remontables se tasan como si ocupasen toda la altura del camión. En cambio, aquellas que sí permiten la colocación de otros bultos encima se miden en metros cúbicos.
A este respecto, para exprimir al máximo el espacio disponible, es útil seguir estos consejos:
- Embalar la carga de forma adecuada. En caso de que se estime que la mercancía se puede apilar, es necesario embalar los productos dentro del palé de forma que el resultado sea plano y uniforme, como dijimos anteriormente.
- Revisar el peso. Aunque una carga sea remontable, ha de calcularse el peso que puede soportar. En este sentido, siempre conviene colocar un palé que pese menos en la parte superior.
- Las mercancías de mayor tamaño, siempre en la parte inferior del camión o contenedor. La carga nunca debe introducirse sin ton ni son dentro del espacio. Esta tarea debe planificarse con la máxima antelación posible.
Lo que está claro es que, siguiendo estos consejos y teniendo claras cuáles son las características de la carga, los gestores logísticos pueden ahorrar mucho espacio gracias a las mercancías remontables. Algo que, evidentemente, se va a traducir en un menor coste del almacenaje y del transporte y, en consecuencia, en una mayor rentabilidad.
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