La estandarización de las medidas de un contenedor marítimo facilita su utilización en diferentes tipos de transporte. Las razones son diversas. Así, por ejemplo, el uso de las vías fluviales tiene cada vez más importancia en el flujo de mercancías en el ámbito de la Unión Europea. No en vano, existe una amplia red de casi 40 000 kilómetros de vías fluviales y canales que desempeña un importante papel en el conjunto del transporte intermodal continental.
Tipos de embarcaciones
Las dimensiones de las vías navegables condicionan el tipo de embarcación que puede navegar por ellas. Para permitir la interoperabilidad entre los trazados fluviales de sus miembros, la Unión Europea creó la clasificación llamada Clase CEMT I–VII, que divide los barcos de mercancías en diferentes categorías.
Clases I a III
Estos tipos engloban las barcazas y embarcaciones a motor de ámbito nacional. Dentro de ellas, se establece también una división entre las zonas este y oeste del río Elba. En el primer caso, la eslora máxima es de 70 metros, con una carga máxima de 700 toneladas, para embarcaciones de la clase III. En el segundo caso, los valores son de 80 metros de eslora y un máximo de 1000 toneladas.
Clases IV a VII
Las categorías IV a VII describen las embarcaciones aptas para transporte internacional. Además de barcazas y embarcaciones a motor, se incluyen también los convoyes de barcazas movidos por remolcadores. En la clase VII, el convoy puede llegar a ser de hasta tres barcazas de ancho y de largo, con una longitud de 285 metros, y desplazar una carga de 27 000 toneladas.
Ventajas del transporte fluvial
La principal ventaja del envío de contenedores de transporte por vías fluviales es la económica. El coste por tonelada y kilómetro es de la mitad respecto al ferrocarril y de casi la quinta parte si se compara con el coste del transporte por carretera. En este último caso, además, no se ve afectado por los problemas de congestiones o de restricciones que, a veces, afectan a este tipo de vías. Al contrario, su uso contribuye a descongestionar el tráfico de autopistas y carreteras en zonas con alta densidad de población.
Por otro lado, es un medio de transporte mucho más seguro. Tiene una tasa de siniestralidad muy baja y, en caso de accidentes, los daños a las personas y los materiales transportados acostumbran a ser de poca consideración. Este aspecto es un valor muy importante, sobre todo, cuando se trata del envío de materiales peligrosos.
Finalmente, el impacto medioambiental es significativamente menor que el de cualquier otro medio de transporte convencional de mercancías. De hecho, su baja tasa de emisiones y de consumo de combustible lo convierte en un método sostenible de cara a los retos medioambientales del futuro.
Grupo Moldtrans es una empresa especializada en el transporte internacional de mercancías y un referente del sector en España y Portugal. Su red de agentes y corresponsales en los principales puertos fluviales europeos realiza una labor imprescindible de manera eficaz. Así, se aprovechan y optimizan las ventajas del transporte fluvial para proporcionar mayor eficiencia y ahorro a las empresas.