Los espacios considerados de libre comercio se corresponden con las denominadas zonas francas. Estas están asignadas a determinadas áreas geográficas en las que no hay que pagar impuestos y suelen estar conectadas con un mar o con un aeropuerto. A continuación, se detallan sus características y las ventajas que ofrecen en el ámbito de la logística.
Qué es una zona franca
Dentro de un determinado país, una zona franca es un lugar en el que se desarrollan actividades industriales de bienes o de servicios, aunque también pueden ser comerciales. En general, suele estar regulada por disposiciones especiales. Esto en diversas materias de influencia, como la tributaria, la aduanera o la de comercio exterior. Por lo tanto, estos espacios cuentan con su propia autonomía administrativa, además de personalidad jurídica y patrimonio independiente.
Ventajas que ofrece a una empresa de logística
Las zonas francas tienen como principales objetivos impulsar las exportaciones, generar empleo en esas regiones e incluso fomentar la inversión de otros países. Al ser áreas que tienen importantes ventajas tributarias, son todo un incentivo para que una empresa de logística pueda operar y, de este modo, obtener una serie de beneficios.
Y ya no solo desde ese punto de vista fiscal, sino también desde el reglamentario, el financiero y hasta el de las relaciones comerciales. Este último factor se explica porque estar presente en esos espacios da visibilidad y permite llamar más la atención de empresarios que pasen por allí. Ahora bien, igualmente son muy interesantes en otro tipo de aspectos:
- Esa ausencia de barreras motiva a las compañías del sector logístico a trasladarse a esa zona y desempeñar allí sus operaciones.
- Algunas ofrecen mejores servicios para que las empresas puedan desarrollar su actividad con mayor facilidad.
- Gracias a lo anterior, toda la línea de producción se ve beneficiada, ya que supone un ahorro importante a la hora de transportar mercancía.
- En estos espacios es posible almacenar bienes de forma indefinida, los cuales pueden permanecer en el exterior con total seguridad.
- Tanto la reducción de las tasas del procesamiento de las mercancías como el hecho de no tener que pagar cuotas aportan un beneficio económico mayor.
- Disponer de mayor flujo de efectivo es otra ventaja económica que deriva en éxito y crecimiento.
- Por último, en esa línea evolutiva, se pueden aprovechar las sinergias con otras empresas y organizaciones.
Todos esos puntos positivos se pueden centrar en algo muy beneficioso para una empresa de logística: producir sus bienes en el país que desee y, después, importarlos a esos espacios de libre comercio sin tener que pagar impuestos. De hecho, incluso es posible exportarlos nuevamente bajo esa misma excepción fiscal. Es evidente que todo son ventajas, también para el comercio global, puesto que promueve los movimientos de mercancías hasta con importaciones de terceros países.
En conclusión, las zonas francas han sido desde épocas muy antiguas enclaves muy importantes para el crecimiento comercial y económico. En cada país existen varias áreas de este tipo que también favorecen a los negocios logísticos por todo lo explicado.
