A pocos meses de cumplirse el aniversario de la definitiva aplicación del Brexit, cabe hablar sobre el e-commerce en Reino Unido. Y es que, este es uno de los sectores que más profundamente se han visto afectados por los cambios que tal divorcio ha traído. Por ese motivo, a lo largo del presente artículo van a introducirse ciertas apreciaciones de importancia.
Los efectos del Brexit sobre el comercio online
Las relaciones comerciales entre los miembros de la Unión Europea y el Reino Unido han cambiado y van a seguir haciéndolo. Además, el país británico se encuentra a la cabeza del e-commerce en el continente, lo que complica las cosas.
Así, aunque es cierto que ya se están tramitando algunos acuerdos comerciales entre las partes, esto todavía no ha tenido reflejo real. De hecho, diversas imágenes sobre el desabastecimiento, o los plazos de entrega, así lo demuestran.
Los cambios legislativos y estructurales del Brexit
Hasta que el Brexit entró en vigor el pasado día 1 de enero, los intercambios entre el Reino Unido y Europa no se consideraban como comercio exterior. Sin embargo, desde esa fecha, pasaron a ser importaciones y exportaciones al uso.
Como tal, se introdujeron nuevamente numerosos trámites aduaneros, tributarios, sanitarios, políticos, fiscales… De hecho, puede hablarse ya de unas verdaderas reglas fiscales post-Brexit.
El descontento derivado de las reglas fiscales postBrexit
Con base en lo dicho hasta ahora, no puede más que decirse que el Brexit ha supuesto un duro golpe para todos los actores implicados. Lo que anteriormente podía gestionarse con enorme facilidad, ha pasado a ser un verdadero dolor de cabeza.
Y es que, los intervinientes ya se habían acostumbrado a gestionar el comercio en línea con el Reino Unido como uno interior. En la práctica, no existían fronteras, por lo que no había que enfrentarse a derecho aduanero o fiscal de ninguna clase.
Ahora, como se ha dicho, todo esto se ha visto modificado, generando un gran descontento.
Usuarios que deben pagar más dinero, los verdaderos afectados
En todo caso, contrariamente a lo que pueda parecer, no son los vendedores ni los productores los más castigados por los cambios. La realidad es que el usuario final es que el que más está sufriendo lo ocurrido.
Tan solo hay que observar de qué manera los usuarios que deben pagar más dinero están imponiendo quejas. Dado que la gestión de las ventas se ha complicado, las consecuencias perniciosas han pasado a tener lugar:
- Aumento de los costes de envío.
- Aumento de los costes de gestión.
- Incremento de los tiempos de espera para la recepción del pedido.
- Reducción de la oferta y, por tanto, aumento del precio de los productos.
En conclusión, ya se ha podido ver de qué manera el e-commerce en Reino Unido se ha visto afectado. Como es evidente, el derecho aduanero, fiscal y tributario ha sufrido cambios y va a seguir teniéndolos. Ante esta situación inestable, tan solo queda acudir a empresas profesionales en este sector. Tan solo expertos en la materia podrán gestionar correctamente el comercio internacional con el Reino Unido en este nuevo contexto.
