Los servicios de transporte son un tema recurrente en las conversaciones desde hace tiempo. Esto es debido al incuestionable encarecimiento del transporte en los últimos tiempos. No cabe duda de que el precio del servicio de transporte tiene que estar justificado, pero habría que pararse a reflexionar en los motivos reales del incremento en el precio del transporte. Algunos de los más evidentes son el aumento del coste en los fletes y la subida del precio del carburante. Sin embargo, existen otras causas.
Aumento del coste de los fletes en el transporte
La pandemia sanitaria por la COVID-19 desestructuró todos los sistemas. El mundo entero y todos sus sectores dejó de funcionar con normalidad. Esto también afectó y mucho a los transportes. Se paralizaron muchos viajes durante la crisis. Además, algunos precios se dispararon. Esto es lo que sucedió con los fletes, que quintuplicaron su coste desde el inicio de la pandemia. Esta consecuencia económica llevó a pagar en algunos tramos hasta ocho veces más que anteriormente.
Naturalmente, las empresas de transporte no podían correr con esa carga económica. Como desenlace directo, el aumento del coste del transporte en estos servicios tuvo que incrementar su coste para poder continuar obteniendo ganancias. Por lo tanto, el aumento está justificado en base a este sobrecoste de los fletes.
Incremento del precio del combustible en el transporte
Como ya se sabe, los combustibles se han encarecido mucho en los últimos tiempos. No solo un tipo de energía, sino que todas están incrementando su valor y subiendo de precio. Como los medios de transporte necesitan repostar para continuar funcionando, los costes del billete de transporte también se ven afectados por esta subida en el precio del depósito. Por lo tanto, también se puede justificar el aumento por el encarecimiento del barril de petróleo.
Otras causas del aumento del coste en el transporte: conciencia ecológica
Hay otros factores que afectan a que el transporte sea cada vez más caro. Tanto a nivel particular como en el transporte público, los peajes y los combustibles encarecidos son una razón directa de estos aumentos. Cuando un viaje cuesta más, generalmente se hace menos. Al menos, siempre que exista la posibilidad de renunciar a ese trayecto. Esto es lo que se pretende desde el punto de vista ecológico: reducir el número de desplazamientos innecesarios que contaminan.
No es de extrañar que se use como táctica para bajar el tráfico el encarecimiento del km recorrido. Es un sistema eficaz, aunque injusto para las personas que se desplazan por necesidad y con conciencia ecológica. Sin embargo, también afecta al transporte público por la misma razón: reducción del número de transportes que son prescindibles.
Los servicios de transporte tienen que adaptarse a las condiciones de cada momento. Por eso, no pueden cargar con los sobrecostes tras las subidas del precio de los combustibles y de los fletes. Además, la conciencia ecológica toma cada vez más poder legal, convirtiéndose en un aspecto fundamental para el reflejo de la preocupación desde los medios de transporte. A pesar de esto, la reducción de los viajes imprescindibles lleva a una mejora de la que se podría disfrutar sin pagar más por cada km recorrido.
