El comercio marítimo representa una parte sustancial del total de los intercambios a nivel mundial. Según datos de 2017, estos suponían en torno al 90 % del conjunto global. Dentro de los barcos mercantes, hay unos buques de carga química. Estas naves cuentan con unas peculiaridades y unos riesgos relacionados con su actividad.
Clases de buques según la exportación de sustancias químicas
Por norma general, estos buques poseen una longitud no inferior a los 150 metros, por lo que son más pequeños que otros tipos de barcos mercantes. Una peculiaridad de estas embarcaciones es que tienen un casco doble y una pintura especial, así como unos tanques muy resistentes de acero. Lógicamente, estas características responden a la peligrosidad de la mercancía que han de transportar.
En función del grado de peligrosidad de la carga
Se pueden diferenciar tres clases de buques en función de la peligrosidad del cargamento. En primer lugar hay un tipo destinado a transportar mercancía muy peligrosa. Una segunda clase lleva una carga con riesgo, pero en menor medida que los barcos anteriores. Finalmente, hay un tercer tipo cuya mercancía es menos perjudicial que las de las dos tipologías anteriores, aunque no quiere decir que sea inocua. También alberga un cierto grado de peligrosidad.
Respecto al tipo de producto que llevan
Otra clasificación de estos buques se basa en los productos químicos que han de transportar. Según esto, hay un primer tipo que va destinado a llevar productos derivados del petróleo, como, por ejemplo, el xileno y el octano. La segunda clase de buques se caracteriza por transportar una variedad de productos químicos con diferentes presiones atmosféricas. Cada uno de los tanques que cargan la mercancía lleva su propia bomba sumergible y un sistema de tuberías individual.
Por último, se encuentran los barcos destinados a llevar una carga muy específica. Tienen como peculiaridad una estructura especial para resistir un alto grado de calentamiento. Por otro lado, cabe destacar que llevan un revestimiento adecuado, más resistente que los otros buques químicos.
Principales riesgos en este tipo de buques
Dentro de los principales riesgos en este tipo de buques, el incendio es, sin duda, uno de los más peligrosos. Los elementos que se van a transportar son altamente inflamables, de ahí las medidas de seguridad que poseen.
Otro de los peligros que acechan el traslado de estas mercancías es el perjuicio para la salud de los tripulantes. Para protegerla, existen unos protocolos en el acceso al barco desde los muelles y desde otros buques. Como es lógico, estos operarios deben contar con la indumentaria adecuada a la hora de entrar en contacto con las sustancias transportadas.
El último de los riesgos que enfrentan las naves dedicadas a la exportación de sustancias químicas es la corrosión, fruto de la acción de las sustancias a transportar.
En conclusión, los buques de carga química desempeñan un papel muy importante dentro del comercio mundial. La seguridad y la profesionalidad de sus tripulantes han de ser los aspectos más importantes de estos barcos mercantes.