Dentro de las mercancías que se transportan por vía terrestre, las empresas de logística deben prestar una atención especial a aquellas que son clasificadas como peligrosas. Son consideradas mercancías peligrosas aquellas que presentan riesgos para la seguridad y la salud de personas, propiedades y el medio durante su transporte.
En la actualidad, existen aproximadamente doce mil tipologías de mercancías peligrosas, y gran cantidad de ellas son imprescindibles para el funcionamiento de las sociedades. El Libro Naranja del Comité de las Naciones Unidas para el transporte de mercancías peligrosas, cifra en tres mil las más importantes. Los medicamentos, los carburantes, los conservantes alimenticios, los productos de limpieza o los abonos artificiales se incluyen dentro de dicha categoría. No obstante, la lejanía de las industrias (principalmente químicas, petroquímicas y energéticas) hacen imprescindible la labor de las empresas de transporte internacional.
En España, el transporte terrestre es el más utilizado para el traslado de este tipo de mercancías, representando el 75 % del total. El resto de ellas es principalmente trasportado mediante ferrocarril.
Transporte internacional y mercancías peligrosas
El ADR (Acuerdo Europeo sobre Trasporte Internacional de Mercancías Peligrosas por Carretera), encargado de regular las condiciones y requisitos para el transporte de las mercancías peligrosas, establece en la actualidad la siguiente clasificación:
1. Objetos y materias explosivas.
2. Gases.
3. Líquidos inflamables.
4. Materias autorreactivas, materias explosivas desensibilizadas sólidas y materias sólidas inflamables.
5. Materias susceptibles de experimentar una inflamación espontánea.
6. Materias que desprenden gases inflamables al establecer contacto con el agua.
7. Materias comburentes.
8. Peróxidos orgánicos.
9. Materias tóxicas.
10. Materias infecciosas.
11. Materias radioactivas.
12. Materias corrosivas.
13. Objetos y materias peligrosas de carácter diverso.
La clasificación anterior es actualizada cada dos años. Estos cambios afectan tanto a las cargas como a los requisitos que deben cumplir los conductores de las empresas de logística dedicadas al transporte de mercancías peligrosas.