Cuando se habla de transporte terrestre internacional, la eficiencia es uno de los valores que más buscan tanto consumidores como fabricantes. La idea es llevar un producto desde el punto A al B con las mínimas interrupciones y ofreciendo seguimiento en tiempo real. Sin embargo, hay diferentes elementos que pueden afectar a este objetivo último. En este post se analizarán las cuestiones que pueden afectar no solo al envío de un producto, sino a la planificación que se debe hacer para minimizar los efectos sobre este.
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5 elementos a tener en cuenta en la planificación del transporte terrestre internacional
Tradicionalmente hay 5 elementos que destacan en la planificación de rutas internacionales. Estos sirven para ajustar las rutas y ofrecer, además, alternativas en caso de un retraso inesperado. La idea es utilizar estos conceptos para prever posibles inconvenientes y ajustar también los tiempos de recepción que se garantizan a los consumidores finales.
Las necesidades de la carga
Cada carga tiene unas particularidades que la hacen diferente. Cuando se refiere a alimentos, cada uno de ellos tiene una temperatura y condiciones necesarias para ser entregados en condiciones óptimas. Algunos productos no pueden esperar en un centro de logística convencional, sino que requieren de su almacenamiento en lugares acondicionados.
Tiempo estimado de la ruta
El tiempo que se tarda en entregar una carga es uno de los elementos más importantes del plan de envío. Debe tenerse en cuenta la previsión de obstáculos en las rutas para ofrecer márgenes de entrega realistas. Además de los kilómetros, influyen también los tiempos de descanso de transportistas y los flujos de tráfico a veces impredecibles.
Los obstáculos en las rutas
Como se explicaba anteriormente, este tipo de cuestiones ocurren. La clave no es solo tener un buen servicio de alternativas para solventar estos contratiempos, sino ser capaces de actuar con antelación. De este modo, es posible estudiar la incidencia de obstáculos en diferentes métodos de transporte y ver qué rutas suelen ser las más accidentadas. También depende el contexto temporal, político, ambiental, etc.
Vías alternativas
Los clientes valoran las entregas a tiempo, pero pueden ser comprensivos si ocurre un hecho inesperado. Eso sí, la empresa encargada debe mostrar solvencia y contar con diferentes alternativas en todo momento para minimizar los efectos y daños de dichos retrasos. En el sector se entiende esto como diseñar un plan b. Esto quiere decir contar con socios y partners en diferentes países que puedan, en última instancia, reanudar el tránsito de la carga.
Las necesidades administrativas
Situaciones como la del Brexit han forzado a muchas empresas a tener en cuenta que las condiciones cambian. Las aduanas son lugares en los que pueden surgir incidencias, faltas de documentación o cambios de legislación de última hora. Contar con una empresa solvente y con personal sobre el terreno es una necesidad real para solucionar este tipo de percances.
Sin duda, el transporte terrestre internacional y por otras vías es una de las revoluciones de la economía actual. Es importante que tanto productores e intermediarios como consumidores entiendan cuestiones como estas para hacer un uso más eficiente de este servicio esencial.